Miércoles, 11 de marzo de 2015
¡Hola! El sábado pasado nos fuimos con unos amigos de excusión para visitar Jaca y Santa Cruz de la Serós, municipios aragoneses que albergan obras cumbre del románico, estilo que se desarrolló desde principios del siglo XI hasta finales del siglo XII. Es, precisamente en este periodo, cuando se produjo el nacimiento del Reino de Aragón, con Ramiro I como primer rey (1054), y con Sancho Ramírez, después (1063), quien convirtió a Jaca en ciudad, primera capital del Reino, sede de los obispos de Aragón y paso del Camino de Santiago. Así que la arquitectura que jalona toda la comarca de la Jacetania es espectacular.
A la entrada de la catedral de Jaca, con mi amiga Columna.
En Jaca, junto a la escultura de Ramiro I, primer rey de Aragón.
Tras visitar la bellísima ciudad de Jaca, fuimos a Santa Cruz de la Serós (apócope de «las Sorores»-hermanas, por alusión a las monjas benedictinas que lo habitaban). Es una pequeña y hermosa población que se encuentra en el valle del río Aragón, extendiéndose al sur de dicho río, frente a los Pirineos, al pie de la sierra de San Juan de la Peña. En esta localidad se encuentra la iglesia de Santa María (obra cumbre del románico aragonés), que formó parte del monasterio del mismo nombre, y cuyo claustro y dependencias ya han desaparecido.
Ramiro I concedió bienes a este monasterio para mantener una hospedería y les confíó como religiosa a su hija menor Urraca. Pero el mayor esplendor lo alcanzó cuando otra hija de Ramiro I, Doña Sancha, viuda del Conde Ermengol III de Urgel, ingresó en él como Abadesa y le prestó su protección más decidida (1070). Doña Sancha fue uno de los personajes más influyentes en la corte del naciente reino, ya que «encaminó» a su hermano Sancho Ramírez hacia la política europeísta.
Estos robustos muros y esta soberbia torre campanario fueron testigos de buena parte de la historia del inicio del reino de Aragón y de la vida cotidiana de unas ilustres mujeres. Poco tiempo después, también tras enviudar, ingresó en el monasterio una tercera hija del rey Ramiro, Teresa. De este modo, el monasterio de Santa Cruz de la Serós se convirió en destino de numerosas damas cortesanas y de alta alcurnia de la época que tomaban hábitos y en objeto de innumerables y generosas donaciones.
Más fotografías de la hermosa localidad de Santa Cruz de la Serós, que nos trasportan a la edad media.
Y para terminar, la espectacular vista de Los Pirineos y de la peña Oroel, frente a Santa Cruz de la Serós.
¿Os ha gustado la excursión? Os paso enlaces para obtener más información de este bello e histórico lugar:
http://www.romanicoaragones.com/
http://www.arteguias.com/monasterio/seros.htm
Maravilllosos pueblos y paisajes.
Me encanta el románico, especialmente el aragonés. El monaterio de San Juan de la Peña es espectacular.