Todas somos brioletas. Quería comenzar con este titular la crónica del XIV Encuentro de Escritoras Aragonesas que se celebró el pasado sábado en Yésero (Huesca), organizado por la comarca del Alto Gállego y por el Ayuntamiento de este pequeño municipio. Tuve el placer de participar en esta edición que se desarrolló en una intensa e interesante jornada en la que Blanca Langa nos hizo cabalgar sobre nuestros monstruos, Perseidas y Dúo Arpenjo acariciaron nuestro corazón con su música, Teresa Otal nos habló de «Mujeres y literatura», y Marisa Felipe, Silvia Morote y yo desvelamos «Por qué escribimos», una necesidad vital, un anhelo por comprender y explicar este mundo que nos acerca a los demás.

Blanca Langa impartió el taller de escritura «Cabalga tus monstruos, reescribe tu vida».

Acompañada de las escritoras Silvia Morote y Marisa Felipe.

Público asistente a la mesa redonda «Por qué escribimos».

Lo confieso: yo quería ser una brioleta desde que hace unos años oí hablar de este encuentro. Me pareció una iniciativa que apuesta por la cultura en el medio rural, en esa España vaciada, tan delicada como su nombre, tan de verdad como sus gentes y tan atractiva como sus protagonistas. Y, además, en femenino, porque, a pesar de todos los avances y de la buena literatura que hay escrita por mujeres, aún hay que trabajar y luchar mucho para alcanzar la igualdad en el sector de la cultura. Por ello, toda la visibilidad que se nos dé es bienvenida. 

Escribir como necesidad vital, como encuentro con los otros. Escribir para contar y comprender el mundo.

Brioleta da nombre a este encuentro de escritoras aragonesas en Yésero desde hace catorce años. Por sus calles empedradas, contemplando su horizonte verde y azul, han paseado más de 60 escritoras, que han dejado lo mejor de su creación en este paisaje. Y se nota. Una magia especial envuelve cada uno de los rincones de Yésero, acompañados de palabras que se han posado ya para siempre en sus calles,  que nos recuerda el legado de Carmen de Burgos, periodista, escritora, traductora, pedagoga y activista, que a finales del siglo XIX y principios del XX, luchó por los derechos de las mujeres y de los niños, por abolir la pena de muerte, por el divorcio y sobre todo por el sufragio universal. 

Dúo Perseidas.

Dúo Arpenjo.

El sábado todas éramos brioletas (organizadoras del evento, con María Jesus Acín a la cabeza de un pequeño pero efectivo equipo; escritoras y público, mayoritariamente lectoras que se dieron cita en este encuentro). Brioletas (violetas en aragonés), esa planta  de hermosas flores y hojas fuertes que renacen tras el invierno con más fuerza. En otras épocas,  la brioleta se asoció con la curación. También se daba como muestra de amor y símbolo de lealtad, ambas debido a su agradable aroma, y sus connotaciones curativas y protectoras.

Brioleta significa Violeta en aragonés.

El sábado, yo me llevé de Yésero una brioleta y el cariño de su gente. Yo espero que mis libros, que también se quedaron en ese lugar, curen alguna herida y protejan de la soledad, como las violetas.