Domingo, 14 de febrero de 2016


¡Hola! Este es un post muy especial. Es el Día de San Valentín, el día del amor, pero podría ser válido para cualquier día de estos 30 años que llevamos juntos. Bien está que haya días como éste, no para llenarnos de regalos comprados en grandes almacenes, sino para pararnos a pensar en lo que tenemos y en la suerte que tenemos cuando hay alguien que comparte por entero la vida contigo. Es cierto que hay mucha clases de amor, quizá hasta superiores: el amor a los hijos, a nuestros sueños… pero ninguno llena tanto como el amor a la persona a la que te entregas en cuerpo y alma, aquélla con la que recorres acompañado un buen trecho del gran camino, que es la vida. 

A mi marido no le gusta salir en este blog, lo sé, aunque le encanta que escriba en él, porque sabe de mi necesidad continua de expresarme, y piensa que es como mi diario, el diario de una cincuentañera que comparte sus vivencias con otras mujeres de su edad, para decirles que en esta etapa de la vida -con sus luces y sus sombras- no estamos solas, pero tenemos que hacernos más visibles porque somos más necesarias y maravillosas que nunca.

Así que las palabras de este blog, que es mi vida, van dedicadas hoy al amor, a mi amor.

 

amor3Mi amor y mi compañero

Mis miedos,
contigo son menos.
Mis problemas se empequeñecen
cuando te los cuento,
porque eres mi amor y mi compañero.

A estas alturas de mi vida
eres el único que nunca me juzga,
que siempre me espera, 
que me escucha y me desea, 
porque eres mi amor y mi compañero.

Te quiero, te quiero…
te lo digo poco,
pero sé que lo sabes,
porque lees en mis ojos,
porque eres mi amor y un buen compañero.