Miércoles, 26 de marzo de 2014
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría que es de algodón, que no lleva huesos. Solo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas… lo llamo dulcemente: ¡Platero!, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal…
Si tuviera que citar algunas de las obras literarias que han marcado mi vida, sin ninguna duda “Platero y yo” sería la primera de ellas, no sólo porque aún conservo el libro que ha acompañado la infancia de varias generaciones de mi familia, sino porque a mi hermano y a mí nos dio tiempo a conocerlo palabra por palabra gracias a los dictados que mi padre se empeñaba en hacernos en los veranos, como antes había hecho con él y con sus alumnos mi abuelo, que era profesor. Nunca pudo elegir mejor obra para ello.
Décadas después, mi profesión me unió al Teatro Arbolé y con ellos recuperé de nuevo al Poeta y a Platero, y a la voz de mi padre en aquellos veranos. “El poeta y Platero”, la versión para títeres y actores de “Platero y yo” de esta compañía aragonesa es una de las obras más hermosas que he visto nunca. Me ha impresionado y emocionado profundamente desde su estreno, no solo porque mantiene intacta toda la esencia del libro sino porque en ella reconozco al Poeta y a Platero, tan íntimamente unidos a mi niñez.
El Teatro Arbolé de Zaragoza la pone de nuevo en escena este fin de semana para rendir homenaje a Juan Ramón Jiménez, premio Nobel de Literatura, y celebrar el centenario de la publicación de esta gran obra. Actores y títeres, música original y elementos teatrales producto de la experiencia de Arbolé en el mundo del teatro, dan vida a esta versión en la que el burrito de nuestra infancia, con su alma de lirios amarillos, corretea, muere a la orilla del mar y renace transfigurado gracias a la fe del Poeta y del corazón infantil que habita en cada niño. Un espectáculo de una gran delicadeza, muy visual, lleno de detalles que rozan la pura poesía.
Teatro Arbolé eligió llevar a escena Platero y yo «para acercar a los niños y niñas al mundo de la poesía y los valores que este género literario representa: la palabra. Todos estos elementos están recogidos en el texto de Juan Ramón Jiménez, uno de nuestros grandes poetas. La poesía como lugar diferencial y como arma cargada de futuro, que diría Gabriel Celaya. La poesía como elemento de ternura y como juego de palabras».
René Fernández Santana, responsable de su puesta en escena, asegura que “esta obra siempre me ha cautivado y ha sido complejo hacer vivir para el teatro este texto tan profundo, que nos muestra todas las miserias humanas, pero que también es un canto a la amistad. Porque Platero no es solamente un burro, es un libro, es un gran amigo en ese camino que se emprende”.
EL LIBRO. «Platero y yo” es el libro más traducido y leído en español después de La Biblia y de El Quijote. Es una sucesión de pequeños poemas en prosa en los que Juan Ramón Jiménez, con gran ternura, exalta la simpática figura de un asnillo andaluz llamado Platero. Es el libro de la sencillez, un canto a la vida, escrito con el corazón en la mano y con las palabras más bellas. Luego he sabido que también es lectura obligada en las escuelas de primaria en Latinoamérica. Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, a quien le encantaba y quien lo tuvo en la mesilla de noche hasta el último día de su vida, le dio una gran difusión porque consideraba que en él se daban también todos los principios de la Institución Libre de Enseñanza: el amor por la naturaleza, la sencillez, los valores humanistas y universales; además de ser una obra con un rico vocabulario y una hermosa prosa poética.
EL ESPECTÁCULO. «El poeta y Platero» obtuvo el premio FETEN al mejor Actor en 2004 y fue nominada al Premio MAX Espectáculo Revelación 2004. Hasta la fecha, han visto esta obra de Teatro Arbolé más de cien mil espectadores.
Dramaturgia y dirección: René Fernández Santana. Intérpretes: Pedro Rebollo, Pablo Girón y Azucena Roda. Música: José Ramón Vericad-Cuti. Arreglos y producción musical: Guillermo Mata.
Pinchad la imagen para ver el vídeo
Más información: www.teatroarbole.es
«Platero y yo» es uno de mis libros de cabecera y yo ya no tengo chicos pequeños, pero cómo me apetece ver esta obra. Por lo que nos cuentas y he visto en el vídeo, debe ser realmente preciosa.
Hoy, 27 de marzo, es el Día Mundial del Teatro y me ha gustado mucho leer tu artículo. Felicidades a todos los teatreros!!
Me encanta este blog, igual nos habla de un vestido lencero que de un poeta maldito como Leopoldo Panero, nos aconseja sobre cómo corregir las ojeras, con la misma naturalidad que su autora escribe de teatro o de danza. Este blog es como la vida misma, la vida de una cincuentañera, y por eso me encanta.
RESPUESTA A ALICIA. Gracias por tu comentario. Ese es el propósito de este blog y para lo que ha nacido, para expresar cómo somos y nos sentimos en todas las facetas de la vida; compartir cómo nos vestimos, nos maquillamos…; recomendar nuestras lecturas y espectáculos preferidos…; hasta llegar a la conclusión de que tenemos cincuenta años y +, ¿y qué? Estamos estupendas porque somos estupendas, maravillosas por dentro y por fuera; que se puede ser y estar igualmente bella y hermosa a nuestra edad. Hay que tener ilusión y sueños. Y no hay que permitir que nadie nos los robe nunca.