¡Hola! A partir de los 50, tenemos que cuidar  nuestra piel más que nunca, alimentarnos de forma correcta: recordad el pasado artículo de este blog (Alimentos para cuidar la piel), hidratarnos bien por fuera, protegernos del sol y utilizar los cosméticos más adecuados a nuestro tipo de piel. Pero todas sabemos que, aunque nos cuidemos mucho, llegadas una edad, tenemos que convivir con las arrugas y las manchas (más o menos atenuadas) y con la flacidez, la tan temida flacidez y pérdida de la definición del óvalo facial.

Es entonces cuando aún podemos cuidarnos  y  “luchar” un poco más contra el envejecimiento de nuestro rostro y encontrar en la medicina estética a una gran aliada. Estos días me he estado informando de las diversas técnicas que hay para rejuvenecer el rostro, sin recurrir a la cirugía; es decir a través de la medicina estética, con tratamientos rápidos, sin necesidad de precisar baja médica, y resultados muy sutiles y naturales.

Existen multitud de técnicas para conseguir rejuvenecer el rostro. La medicina estética cuenta con avances tecnológicos que aseguran buenos resultados, como la radiofrecuencia, que combate de manera efectiva la flacidez y que consiste en aplicar energía de radiofrecuencia para calentar las capas internas de la piel, provocando que nuestro cuerpo regenere las redes fibrosas, haciendo que sintetice más colágeno y elastina.

También se utilizan  los rellenos inyectados. Dependiendo de las necesidades del paciente y los objetivos que se persigan, el médico estético decidirá qué relleno es más adecuado, si bótox para minimizar las líneas de expresión o ácido hialurónico para rellenar las arrugas.

Pero, dentro de la medicina estética, existen tratamientos muy eficaces para rejuvenecer  el rostro a partir de la regeneración celular, entre ellos el que más ha acaparado mi atención e interés es el Tratamiento de Plasma Rico en Plaquetas o PRP, porque consigue restaurar la vitalidad cutánea del paciente con su propia sangre. Es idóneo para ser aplicado en pieles maduras que presentan signos de envejecimiento o en pieles jóvenes con marcas de acné. Sobre todo, produce importantes beneficios sobre la piel envejecida, restaura la vitalidad cutánea, aumenta su grosor y recupera la consistencia elástica. El plasma, en suma, reactiva la producción de colágeno y elastina, rejuveneciendo la dermis.

La gran ventaja del uso del Plasma Rico en Plaquetas es la de utilizar una sustancia biológica fabricada por nuestro organismo, libre de químicos y exenta de riesgos. El procedimiento comienza con una extracción de sangre del paciente, la posterior centrifugación del líquido y, finalmente, la aplicación del PRP en el paciente mediante inyección intradérmica. Escrito así, de forma tan técnica, puede parecer complejo; pero el tratamiento es muy sencillo y nada doloroso. Los resultados son visibles en poco tiempo, a pesar de que su duración es determinada.

Os animo a informaros sobre este tratamiento y ya me contaréis qué os parece.