¡Hola! En nuestro viaje de cuatro días a Ibiza, aunque nos alojamos en San Antonio, dedicamos uno a visitar Ibiza capital, la ciudad blanca, fascinante y mágica. Mi marido me dice que tengo el alma hippie, pero lo cierto es que me encanta esta isla, no solo por la belleza de sus calas y playas, por el color azul claro y la calidad de sus aguas; sino por su estilo boho, por sus blancas casas, y también por su moda Adlib, de carácter artesanal con sus tejidos naturales, sus bordados y encajes tradicionales.

Realizamos un paseo por la parte alta de la ciudad a primera hora de la mañana , el barrio antiguo conocido como Dalt Vila, que  se encuentra rodeado por una muralla construida en el siglo XVI para proteger la ciudad de los piratas y de los otomanos. Recorrimos las empinadas calles adoquinadas de Dalt Vila con sus pequeñas casas encaladas hasta llegar a la parte más alta, desde donde se obtienen vistas excepcionales. Por el camino,  se puede contemplar la Catedral de la Virgen de las Nieves (siglo XIII), la Plaza de la Vila, los baluartes de la muralla (donde se realiza un alto para contemplar las vistas), la Iglesia de Santo Domingo (siglo XVI) y el Ayuntamiento, ubicado en un antiguo Convento Dominico. Y alguna paradita que otra en las tiendas para comprar esa prenda especial. 

Y para comer, al puerto deportivo, con vistas al mar y a los barcos y yates, que son verdaderas casas y hoteles flotantes, que te invitan a soñar.

Para visitar Ibiza, como homenaje a esta localidad, me vestí de blanco, con un poncho calado de Algo Bonito sobre top y pantalón blanco. Un total white, un look inspirado por mi amiga Marisa y como guiño también a ella tras este post.

¿Os gusta Ibiza? ¿Tenéis el alma tan hippie como yo?